INTRODUCCION
El estudio en el
laboratorio de muestras fecales de origen humano permite obtener datos con los
cuales determinar:
Situación del
funcionalismo digestivo.
Infecciones
intestinales causadas por bacterias, virus y hongos.
Infecciones por
parásitos intestinales o de órganos anejos.
OBJETIVO
Análisis
Coprológico Parasitario se centra en la tercera; es decir, su objetivo es la
detección, en un paciente concreto, de la existencia de parasitismo intestinal
o de glándulas anejas, pudiéndose revelar también parasitismos localizados en
órganos y sistemas muy alejados del intestino, siempre que los parásitos
productores de los mismos empleen la vía fecal del hospedador para eliminar los
elementos que le sirven para su diseminación por la naturaleza.
IMPORTANCIA CLINICA
El Análisis
Coprológico Parasitario se basa en la identificación microscópica, en muestras
fecales del sospechoso, de los elementos parasitarios presentes en ellas.
Teniendo esto en cuenta, se puede decir que, con raras excepciones, un
resultado analítico positivo siempre es indicación de existencia de parasitismo
en el paciente. Pero, por el contrario, un resultado analítico negativo no
descarta la posibilidad de parasitismo, ya que el propio método analítico
conlleva la obtención, por causas diversas, de falsos resultados negativos.
Entre las causas determinantes de falsos resultados negativos, existe algunas
imputables a los propios métodos o técnicas operativas y otras que se deben a
la propia biología de los parásitos cuya presencia se trata de demostrar. En
conjunto, las principales causas de error suelen ser:
1.- Muestra inadecuada-mente recogida
y conservada. Muchas formas parásitas
sobre las que
habríamos de basar el diagnóstico, son extremadamente lábiles fuera del
organismo hospedador. Esto hace que la inadecuada conservación de la muestra
les afecte, deformándolas o destruyéndolas, haciendo prácticamente imposible su
observación microscópica.
2. Escasez de
parásitos en la muestra. La sensibilidad, de los métodos coprológicos es
relativamente baja, de tal forma que, cuando el número de elementos
parasitarios presentes en las heces es muy bajo, su presencia puede no ser
detectada durante el estudio coprológico.
3. Biología del
parásito. Existen especies parásitas intestinales humanas que no eliminan
normalmente sus elementos de dispersión mezclados con las heces del hospedador;
en estas circunstancias el examen de una muestra fecal daría casi siempre un
resultado falsamente negativo. Este tipo de problemas suele presentarse en
parasitismos humanos por Enterobius vermicularis o Taenia sp
4. Periodo de
invasión parasitaria. En aquellas especies parásitas que antes de
alcanzar su
localización final en el intestino humano, para madurar sexualmente, se dé un
periodo de migración por diversos órganos y tejidos del hospedador, p e.
Ascaris lumbricoides, un análisis coprológico realizado durante la etapa
migratoria larvaria, no revelará el parasitismo realmente existente. Estos
solamente se conseguirá cuando los vermes adultos en el intestino y las hembras
comiencen a eliminar huevos vehiculizados en las heces del hospedador. En la
etapa parasitaria previa habrá que recurrir a otros métodos de diagnóstico de
laboratorio (serológicos).
5.- Periodos
negativos. En muchos parasitismos intestinales, la eliminación de formas
parásitas con las heces del hospedador no es constante. Por el contrario,
existen períodos durante los cuales existe emisión, intercalados con otros,
períodos negativos, durante los cuales no existe, Si la muestra estudiada ha
sido recogida durante estos períodos negativos, indudablemente el resultado no
demostrará el parasitismo existente.
TOMA DE MUESTRA
Para que la muestra
recogida sea adecuada debe impedirse que el paciente
ingiera
medicamentos a base de carbón, sales de bario, magnesio, bismuto y
purgantes oleosos
Asimismo, debe recomendarse que unas 72 horas antes de la
toma de muestra se
reduzca en la dieta las féculas y verduras. Las heces deben
recogerse en
frascos de cierre hermético, limpios y secos, impidiendo la contaminación
con orina, y deben ser remitidas en su totalidad al laboratorio.
En líneas
generales, a excepción de los casos que más adelante se indican,el examen fecal
puede demorarse hasta 24 horas, una mayor dilación puede alterar el aspecto de
las posibles formas parásitas existentes, imponiendo la necesidad de aplicar
procedimientos para la conservación de la muestra. Una excesiva conservación da
la misma sin adoptar precauciones, puede ocasionar: .- Alteración en la
morfología de los quistes de protozoos. .- Destrucción de las fases trofozoicas
de protozoos. - Embrionamiento e incluso eclosión de los huevos de ciertos
nematodes (Ancylostoma, Necator, etc)...- Metamorfosis de fases larvarias paso
de larva rabditoide a filariforme en Strongyloides
EXAMEN MACROSCÓPICO
El análisis
macroscópico deberá prestar especial atención a los siguientes
aspectos:
a) Consistencia
fecal.
b) Presencia de
elementos no fecales.
c) Presencia de
parásitos y pseudoparásitos.
Las heces pueden
presentar consistencia homogénea o heterogénea. Esta
peculiaridad debe
indicarse en el informe final, pues puede ser la justificación de un falso
resultado negativo. En efecto, unas heces líquidas, susceptibles de contener
trofozoítos de protozoos, pero remitidas al laboratorio en condiciones
inadecuadas serán la causa, casi segura, del resultado negativo.
En las heces pueden
aparecer elementos no fecales como moco o restos de
tejido conjuntivo.
La presencia de mucus es indicio de irritación compatible con la
existencia de un
parasitismo; la de tejido conjuntivo, en cambio, puede revelar una
deficiencia
digestiva independiente de la presencia o no de parásitos intestinales. Es muy
importante señalar la existencia de sangre infiltrada en la muestra.
De cada una de las
diferentes partes, si se trata de unas heces heterogéneas en su consistencia:
duras, blandas, líquidas, mucosanguinolentas, etc. deberán separarse pequeñas
fracciones para realizar con ellas un examen microscópico, siguiendo las pautas
que más adelante se indican.
La investigacíón de
parásitos o seudoparásitos macroscópicamente visibles
en heces, implica
la necesidad de diluir la totalidad de la muestra recibida en
suficiente cantidad
de agua o solución salina fisiológica.
La dilución de la
masa fecal puede realizarse a mano, en un mortero
adecuado, o mejor,
con un agitador mecánico. Lo importante es realizar la
incorporación del
diluyente muy lentamente, sobre todo al principio, baste conseguir una
suspensión fecal con aspecto de líquido turbio. Esta suspensión se deja reposar
media hora y después se decanta el sobrenadante; seguidamente se añade un nuevo
volumen de diluyente y tras agitar y dejar repasar se decanta de nuevo. Estas
operaciones se repiten hasta que el sobrenadante quede claro.
EXAMEN MICROSCÓPICO
En este apartado se
consideran los métodos. normalmente empleados para
la detección de
parásitos sólo microscópica mente visibles, utilizándose como
muestra las
porciones fecales reservadas durante el examen macroscópico. Si bien no existe
ninguna técnica que permita detectar todas las formas de las distintas especies
de parásitos intestinales, si que deben seguirse une serie de pautas a la hora
de la realización del examen microscópico. En la práctica, este tipo de
análisis debe realizarse en dos etapas sucesivas, sin que los resultados obtenidos
en una de ellas excluya la ejecución de la otra:
Examen directo en
fresco.
Examen tras
concentración parasitaria.
En ocasiones,
además, podrán o deberán utilizarse procedimientos complementarios:
c. Examen tras
tinción (para resolver dudas de identificación específica,
especialmente en
protozoos intestinales).
d. Cultivos en
medios artificiales (en parasitismos escasos)
.
Examen directo en
fresco.
Esta etapa, a su
vez, se ha de realizar en dos tiempos: preparación de la muestra a examinar
y examen microscópico propiamente dicho. En la preparación de la muestra
deberán tenerse siempre muy en cuenta las características organolépticas de
las mismas.
Si las heces
son mucosas o muco sanguinolentas, existe la posibilidad de presencia en ellas
de formas trofozoicas de protozoos. Esto impone la necesidad de realizar el
examen microscópico inmediatamente después de la emisión fecal,
siendo posible retardar sólo ligeramente el estudio sin que las formas vegetativas
se alteren irremisiblemente. Deberá impedirse que las heces, mientras
tanto, se enfríen por debajo de los 37ºC y la observación
microscópica ha de
hacerse en microscopio de platina calentable. En heces
líquidas y pastosas los parásitos intestinales pueden estar presentes bajo
múltiples formas: trofozoítos y quistes de protozoos, huevos y/o larvas de
helmintos. La posible presencia de formas vegetativas de protozoos impone
las mismas precauciones que en el caso anterior, para la
realización del
examen fecal.
En heces
formes o duras los parásitos pueden aparecer en diferentes
estados, excepto
bajo forma trofozoica en el caso de protozoos intestinales.